
Estoy en el nivel del medio, delante de otros igualitos a mí, del mismo tamaño, del mismo sabor, al lado me acompaña la línea light, es la más costosa y dicen que la más saludable, yo no lo sostengo porque a mí ni me mira. Bueno, todos miramos al frente, fuera de la vitrina, esperando atrapar esa mirada hambrienta de la gente, que nos hace salir de este encierro y terminar en sus estómagos después de un viaje interesantísimo. Al otro lado está la línea Maravillosa, no tienen precio, son de esas cosas que el dinero no puede comprar (para lo demás existe mastircard), por ella (la línea M.) es que estoy preocupado por el día que me toque salir, porque estoy de primero después de que sacaran al imbécil que me daba la espalda, ese día me alejaré de ella y tendré que aceptarlo, como un buen producto que soy, y con tristeza enfrentaré mi destino.