21 feb 2012

13 de Corazones

Siempre hay un camino. Uno que se encuentra después de haber andado entre la maleza, entre el matorral, siendo cortado por las hojas de la espesa selva, mojado por la lluvia torrencial y quemado por el sol incandecente, rasguñado por las garras de los animales salvajes, embarrado hasta las rodillas por el lodo espeso, picado y moreteado por los insectos hambrientos e inquietos, pero siempre hay un camino, uno que se encuentra al lograr atravezar la selva.