Que mi cuerpo, por llamar de alguna manera a esa costra que tengo adherida a mi ser, se expande sobre la herida cada vez que la sangre... en realidad no sé cómo me expando, simplemente lo hago, o no simplemente, porque si fuera tan simple lo comprendería, entonces, lo hago, así. Vivo pegado a un brazo, o más bien a la herida en un brazo, en una pierna, en la rodilla, en el codo. Vivo sobre las raspaduras en la piel de él. Nazco cuando él se roza con fuerza y seguido contra otras superficies, por eso yo nazco aquí y allá. Soy una postilla que nace cada vez que la piel de él roza fuertemente contra otra superficie. Tengo la capacidad de renacer, cada vez que él siente que le pico, o que accidentalmente..., o que le rasco, tengo mi segundo, y tercer, y cuarto, nacimiento, nazco como la misma postilla, con más o menos cuerpo pero la misma, hasta que la herida sane. Si no sana soy eterno, si se come las uñas soy eterno, si su salud es mala soy eterno, si se frota fuertemente soy eterno, si me muerde soy eterno, si me quita muero y nazco de nuevo para ser eterno, si él se cuida... (aquí es donde dejo de existir. mi fósil es esa marca que queda luego que la piel se une de nuevo(en este caso serían los tres puntos suspensivos al final de mi existencia (es decir al principio de este pensamiento, porque después de los tres puntos suspensivos soy en su mente), que se entenderían como mi marca, mi rastro y mi recuerdo), así él, su piel, su cuerpo, sus dedos cuando me tocan no me olvidarán, y paso a ser un recuerdo hasta que él muera).
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